“Manolo no va”: una advertencia seria en Cartagena

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Un modesto grupo integrado por 6 personas, han revuelto el cotarro político de Cartagena, desde bayunca hasta isla fuerte y desde colombiaton hasta castillo grande.

Sin tanta rimbombancia se acercaron a la registraduria e inscribieron el comité “porque Cartagena manda”, un movimiento que apunta separar del cargo al periodista  Manolo Duque, elegido el 30 de octubre del 2015 con 127.440 votos (37.52%), cifra suficiente para sentar un grito de rebeldía, hacia la clase política. Superando al curtido exconcejal, Antonio Quinto Guerra Varela (100.358) y Andrés Betancourt—también exconcejal—(48.543).

HISTORIA

El retrospecto es cruel para esta iniciativa: desde 1995 han fracasado 165 intentos de revocatoria. Solo el 25%—uno de cada cuatro—han logrado recolectar las firmas y de ese porcentaje, unicamentemente dos municipios superaron el umbral, en los departamentos de Antioquia y Guaviare. Pero sus alcaldes continuaron en los cargos: ganaron en las urnas.

En el 2015 el congreso modificó la ley de participación ciudadana y le quitó varios grilletes que le impedían al elector primario, utilizar una de sus herramientas. Se redujo del 40% de las firmas al 30 y la exigencia de 60% en contra, de los votos que depositó el mandatario en las urnas , bajó a la mitad más uno. Prácticamente,  pavimentándole la ruta  a los ciudadanos inconformes de lograr su objetivo: la revocatoria.

Con estos argumentos se ha revuelto el cotarro político en Colombia y varios mandatarios están en capilla: Bogotá (Enrique Peñalosa), Bucaramanga (Rodolfo Hernández), Neiva (Rodrigo Lara), Pereira (Juan Pablo Gallo) y en Bolívar se suman,  El Carmen de Bolívar (Rafael Gallo) y Zambrano (Alberto Murillo).

En Cartagena el último amago de rebeldía se plasmó en 30 de octubre de 2005 cuando Nicolás Curi, lo asustó el voto en blanco ( Artículo 258 de la constitución política de Colombia). Aunque la abstención fue el 77%( votaron 123.000 de 548.962), El voto en blanco sumó 40.683. Curi marcó, 54.583

ARGUMENTOS

manolo-unoSin detallar con lupa los argumentos jurídicos que motivan los movimientos revocatorios, el común denominador es la baja posición en los índices de medición en la franja de favorabilidad, de empresas encuestadoras con posicionamiento creíble. De allí se agarran los grupos políticos perdedores en la contienda electoral y los ganadores—no atendidos–, sumados a los ciudadanos inconformes, para crear una aureola de caos que facilite su propósito. Aquí sale muy mal librado Manolo. Al recordar ‘detallitos ‘como sus salidas espontaneas al frente de los micrófonos; abandonar el despacho, bajando en ‘escapada’ por el baño y dejar esperando a cientos de personas que acuden a la máxima autoridad del municipio y lo último: acudir esporádicamente al despacho en los últimos días del año 2016, creando anarquía en el equipo de gobierno. Esos actos marcan más en la favorabilidad,  que el anuncio de la creación de la quinta avenida de manga, la reconstrucción del estadio mono judas, la inversión de  $ 300.000 millones en los canales pluviales, las 980 casas en el programa ‘casa pa mi gente’ y las múltiples canchas sintéticas en sectores vulnerables.

—En plata blanca—, para tumbar a Manolo se necesitan recolectar 38.200 firmas. Que deben ser validadas por la registraduria. Y luego, depositar en las urnas 63.700 votos, donde la mitad más uno, debe aprobar la revocatoria.

SE PUEDE CRECER EL ENANO

Los mandatarios cuestionados que menosprecien los movimientos revocatorios, pueden incurrir en graves errores.

En Cartagena el alcalde Manolo Duque y su “primer anillo” han mirado sobre el hombro esta iniciativa. En redes sociales sus simpatizantes utilizan epítetos descalificadores  a quienes se inscribieron. Y lanzan dardos ofensivos sin cuartel, argumentos que se pueden convertir en bumerand.

Después de 36 horas de la inscripción del movimiento revocatorio, el mandatario de Cartagena, no ha reunido su equipo de gobierno para trazar líneas gruesas y enfrentar la situación con los pies sobre la tierra. Algunos secretarios y directores de programas están desconcertados, exteriorizando la falta de “mandarria” del palacio de la aduana. Ellos, por iniciativa propia han publicado ‘cositas’ en redes, pero no hay una directriz que englobe la ruta en el momento más crítico de la administración, que incluso le puede costar el cargo.

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