manolo_1Manuel Vicente de Jesús Duque Vásquez—alcalde de Cartagena 2016-2019–, ha navegado durante su primer año de gobierno  en aguas turbulentas,  extrañas a su habitad natural de periodista deportivo, durante 25 años. Manolo, salió de las cabinas de radio y los set de televisión, a la silla rustica del palacio  de la aduana,   a enfrentarse a una <manada> de expertos en temas de administración pública que deambulan por todos los rincones de la sede de gobierno y hablan con autoridad y conocimiento sobre temas políticos.

Solo le faltó un detallito. Leer el bestseller de Harvey Mackay: How to Swim with the Sharks wilthout Being Eaten Alive(como nadar con los tiburones sin ser comido vivo).

Manolo, todavía no ha asumido su investidura de alcalde. Nadie le ha dicho que todo lo que haga dentro y fuera del despacho, se considera actos de gobierno. Algunas declaraciones se han convertido en el <hazmerreir> de la ciudadanía. Su ligereza en la expresión le ha quitado seriedad y aplome al cargo que está destinado para referentes sociales de altos quilates.

Tuvo el privilegio de empalmar con  un gobierno que había iniciado cientos de obras. Esas obras estaban representadas en Instituciones Educativas, centros de salud, calles, parques, paseo peatonal, centros de acopio, etc. Esa debió ser su primera virtud: terminar todo y sumarlas a gestión.  Porqué no lo hizo? De haberlo realizado fuese el mejor alcalde de Colombia a estas alturas.

DONDE ESTAN LOS ASESORES

Da la impresión que los asesores de despacho andan distraídos en sus especialidades y permiten que Manolo,  de bastonazos de ciego. El caso más palpable fue la crisis de gabinete, que duró cerca  de un mes, creando ingobernabilidad y desanimo en los secretarios. Otra perla fue la <resurrección> de edurbe, entregándole la responsabilidad de los drenajes, cuando todavía palpitan los procesos judiciales contra esa entidad por diferentes motivos.

manolo-9Como permiten los asesores de despacho que se encare el caso de la inseguridad-pandillas con esa displicencia? Los llamados jóvenes en riesgo son el resultado de una degeneración social que arrastra nuestra ciudad, por falta de presencia del estado en zonas vulnerables. Ese tema es delicado y de sumatoria de fuerzas nacionales, por lo tanto es necesario darle un tratamiento más profundo y científico.

Estos 365 días deben servirle al mandatario cartagenero, para mirarse en el espejo y asimilar  su gran responsabilidad: ser alcalde de Cartagena. Asumir el mando de su gabinete y reajustarlo a su ritmo. Aplicando los cambios necesarios. Para mejorar su pobre calificación en su primer año de gestión. Con algunas excepciones: corvivienda, transcaribe y el datt.

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